Terminen las obras, ¡YA!

Terminen las obras, ¡YA!, este es el clamor de todos los bogotanos y especialmente de 364 mil contribuyentes, que pagaron más de $827 mil millones por un plan de 15 obras cobradas por valorización en 2018 y que hoy no se ven puestas al servicio de la ciudad.

Del bolsillo de los ciudadanos se han pagado en 20 años más de $2,5 billones por concepto de valorización, en su mayoría asumidos por los dueños de predios residenciales ubicados en propiedad horizontal.

Como concejal de Bogotá, he prendido las alertas en varios debates al interior del Cabildo, denunciando cómo los plazos que se establecieron estuvieron mal ejecutados, no fueron coherentes con las problemáticas de urbanismo de la ciudad, evidenciando una ausencia de planeación por parte del distrito.

Mi primer debate y denuncia sobre la valorización, fue como Edil de Chapinero, en el año 2015, por el deprimido de la Calle 94 que terminó costando 4 veces lo previsto.

Dicha obra fue un desastre en todos los sentidos, -ocho años demoró en ser entregada- resultado de un pésimo manejo en su planeación, ejecución física y financiera.

A la Contraloría de Bogotá elevamos varias solicitudes, para que hagan las correspondientes auditorías fiscales en cada una de las obras y cada tanto hemos recorrido con los vecinos de las zonas de las obras, para verificar los avances de las mismas.

Hace poco, visitamos la Avenida el Rincón en la Localidad de Suba, una obra aprobada hace 10 años que apenas lleva un 70% de avance. Qué decir de la Avenida Boyacá entre la calle 170 y 183, que se encuentra suspendida.

Igual ocurre con las obras de la calle 134 desde la carrera 9 hasta la Autopista Norte, la carrera 15 desde la calle 134 hasta la 170 y la carrera 19 desde la calle 127 hasta la 134. A paso lento avanzan las obras de la calzada norte de la avenida La Sirena -calle 153- y su intersección con la Autopista Norte, que conectará por fin, en un solo corredor continuo, la Avenida Boyacá hasta la carrera séptima.

Impedimos que se presentara un nuevo proyecto de valorización en la ciudad, estableciendo un artículo en la aprobación del plan de desarrollo eliminando el cobro de nuevas contribuciones por valorización para los predios residenciales y no residenciales hasta mayo de 2024.

No se debe tolerar que los ciudadanos sigan perdiendo más dinero en obras inconclusas, más horas en trancones, o que tengan que sufrir la inseguridad en las zonas de las obras. Hay que protege al comercio formal para que no tengan que cerrar sus puertas por falta de fácil acceso. Esperamos que los más de 2,5 millones de predios de Bogotá, 70% de propiedad horizontal, no tengamos que sufrir las malas decisiones de los gobiernos de turno ni los cobros abusivos del impuesto de valorización

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