Para 2025 la curva sigue al alza. El salario mínimo ya es de $1.423.500 -+9,5 %- y el factor oficial arrancará en 9,14 SMMLV, pero el 15 de julio, con la jornada cayendo a 44 horas, se ajustará a 9,29 SMMLV: alrededor de $13,2 millones mensuales antes de recargos de administración y supervisión.
En 18 meses, la nómina de seguridad habrá subido casi 17 %, amenazando con disparar la cuota de administración. Buscando alivio, muchos consejos de Propiedad Horizontal recurren a automatización -controles de acceso, citofonía y video-porteros-.
Son útiles para agilizar la portería, pero no sustituyen vigilancia. Sin verificación remota una alarma mal atendida se vuelve puerta abierta y hoy las aseguradoras exigen evidencia de monitoreo activo para reconocer siniestros. La solución comprobada es la vigilancia híbrida. Se mantiene un guarda presencial para la atención al residente y se añade un vigilante remoto, desde un centro profesional con video-analítica, audio disuasivo y herramientas de control en tiempo real. Ese “guardián virtual” verifica eventos en segundos, coordina la patrulla y genera evidencia forense automática.
En 30 copropiedades de Bogotá y Bucaramanga, que adoptaron el modelo en 2024, los resultados fueron claros: −68 % de incidentes, −18 % en gasto mensual y retorno de inversión en ocho meses, gracias a menos horas extras y menos reclamaciones a la aseguradora. Migrar es exequible porque se paga con los ahorros que la propia estrategia libera:
- Diagnóstico de riesgos y puntos ciegos.
- Actualización puntual con equipos de grado profesional, no domésticos.
- Contrato de monitoreo remoto a tarifa fija y SLA medibles.
- Capacitación para que el binomio humano-virtual responda en segundos.
El beneficio se refleja en cuotas contenidas, mayor plusvalía del inmueble y sobre todo, tranquilidad real. En el 2025 la pregunta ya no será cuántos guardias hay en la portería, sino cuánta inteligencia artificial los respalda.