Los vecinos unidos logran resultados con el IDU

La valorización debería ser un mecanismo útil para que las alcaldías construyan infraestructura, pero la verdad es que al IDU le ha quedado grande hacer estas obras como se debe. Ese fue el caso de la calle 73, en el que, gracias al activismo de los vecinos y a mi participación política como concejal, presionamos para obtener una solución temporal y que el IDU se comprometiera a terminar las obras.

En 2018 la ciudad aprobó el cobro de una valorización que incluyó mejorar andenes y hacer un bicicarril en la calle 73, desde la carrera 7 hasta la Caracas. Para hacerlo, contrató unos estudios y diseños en 2018 y luego contrató la obra en 2020. Poco después del inicio de la obra, los vecinos notaron que no había obreros trabajando y que se estaban tomando mucho tiempo, allí nos contactaron y nos dimos cuenta de los problemas que tenía la construcción.

Hay tres problemas a resaltar. Uno fue que los estudios y diseños tuvieron retrasos en la entrega de sus productos principales. Dos, el contratista de obra no tenía la experiencia para hacer andenes, que suena simple, pero en Bogotá es complicado. En consecuencia, lo que hacía el contratista, lo hacía mal. Por ejemplo, los sótanos de los edificios se inundaban porque el cárcamo y las rampas de acceso quedaron mal, también el contratista encontró un colector de aguas lluvias del acueducto con el cual nunca supo qué hacer y dejó la calle abierta. Tres, el contratista al momento de firmar el contrato, estaba en reorganización y no tenían el músculo financiero para responder por las obras.
Nos reunimos con los vecinos desde inicios de este año y obtuvimos respuestas y soluciones por parte del IDU. Asistimos a los comités de obra, espacios en los cuales el contratista contó los pocos avances y admitió no tener experiencia. Gracias a este seguimiento y a llamados de atención, el IDU decidió no seguir con el contratista, lo echó y el mismo IDU tomó posesión de la obra.

Tomar posesión significó que el IDU se hiciera cargo de toda la calle 73 y vinculara a otras entidades para cerrar los frentes de obra que el contratista dejó abiertos: el costado sur de la calle 73, los empates de las esquinas de la carrera 11, la 13 y la 15, el cárcamo, las rampas, la terminación de los andenes y el soterramiento de los cables. Para el mediano plazo el IDU se comprometió a que en noviembre de este año, se abrirá una nueva licitación para terminar la obra, incluyendo el cambio del colector de aguas lluvias.

Adicional a la obra de valorización, reunirnos con los vecinos nos sirvió para trabajar otros problemas que necesitaban atención. Las basuras, alumbrado, mal parqueo, seguridad y no menos importante, de movilidad. Los vecinos nos contaron que, por la obra del Metro, el flujo de vehículos pesados aumentó -SITP y rutas intermunicipales- hacía la calle 73, la cual no tiene la capacidad para resistirlo. Esto generó el deterioro de la malla vial, por lo cual también logramos su reparcheo.

Este tema también nos llevó a conocer las condiciones del transporte intermunicipal, que va hacia Guasca y la Calera y vimos que nadie había planteado la necesidad de construir un terminal, que organice y brinde condiciones necesarias para pasajeros y conductores. Pueden seguirme en: @lasernabogota

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